A dos meses de la renovación de las curules del Congreso Nacional en la República Dominicana, la tensión política aumenta debido a los anuncios del Poder Ejecutivo sobre una serie de reformas. La posibilidad de que el presidente Luis Abinader logre implementar estas reformas antes de la próxima toma de posesión ha generado incertidumbre y enfrentamientos entre las diferentes bancadas de los partidos políticos. El oficialismo defiende estas reformas, mientras que la oposición critica seriamente las intenciones del Gobierno de modificar la Constitución y el sistema tributario poco después de las elecciones congresuales y presidenciales.

En medio de este debate, los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Fuerza del Pueblo (FP) coinciden en la necesidad de evaluar mejor estas reformas y se oponen a gravar con más impuestos a la clase trabajadora. El vocero del PLD en el Senado, Yván Lorenzo, afirmó que su partido no está de acuerdo con aumentar los impuestos, especialmente después del dispendio del gasto público por parte del Gobierno. Por otro lado, en la Cámara de Diputados, Tobías Crespo, portavoz de FP, enfatizó la importancia de evaluar primero el gasto del gobierno antes de hablar de una reforma fiscal.

Frente a la posibilidad de una reforma constitucional, el vocero del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en el Senado, Alexis Victoria Yeb, aseguró que el objetivo de estas reformas es mejorar el bienestar de la población y que no se debe temer a una segunda reelección del presidente. En contraste, los voceros de la oposición consideran innecesario y prematuro modificar la Carta Magna, ya que el oficialismo contará con la mayoría necesaria en la siguiente legislatura para aprobar las leyes sin necesidad de diálogo para alcanzar el 75% de aprobación.

En cuanto al contenido de las reformas propuestas por el presidente Abinader, se plantea establecer requisitos más estrictos para la Presidencia y un Ministerio Público más independiente en caso de una modificación constitucional. Además, se busca aumentar las recaudaciones del Estado mediante una reestructuración del sistema tributario. Aunque no se conocen todos los detalles de estas reformas, se espera que el Gobierno presente sus propuestas pronto a la sociedad y al Legislativo. Sin embargo, aún no se ha establecido una fecha definitiva para la finalización de estos proyectos.

En resumen, la propuesta de reformas del presidente Abinader ha generado un intenso debate político en la República Dominicana, con posiciones encontradas entre el oficialismo y la oposición. Mientras el Gobierno defiende la necesidad de estas reformas para mejorar la situación del país, la oposición cuestiona la rapidez con la que se están impulsando y rechaza la carga adicional de impuestos a la clase trabajadora. La incertidumbre sobre el alcance y el impacto de estas reformas sigue siendo tema de discusión en el país caribeño.

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