En los primeros 96 días del 2024, el Gobierno Central devengó el doble de lo destinado para gastos de capital para pagar los intereses de la deuda pública, lo que evidencia el marcado peso de esta deuda en las finanzas nacionales. Se devengaron 81,275,171,839.1 pesos para los intereses de la deuda, representando el 31% de lo presupuestado inicialmente para todo el año, mientras que para gastos de capital se destinaron 41,183,900,678.0 pesos, equivalente al 20.5% del presupuesto para esta partida. En total, se devengaron 12,513,101,556.6 pesos entre el 1 de enero al 5 de abril para las construcciones en proceso, lo que representa el 17% del presupuesto nacional del 2024.
El consecuente endeudamiento para cubrir el déficit en los gastos anuales ha impulsado un aumento en el pago de los intereses y la amortización de la deuda estatal, convirtiéndose en una carga significativa para el presupuesto general del Estado. Esto afecta la disponibilidad de fondos para áreas críticas como salud, infraestructuras y otras necesidades esenciales. El dinero destinado a pagar los intereses de la deuda representa el 22.08% de los gastos devengados por el Gobierno Central entre el 1 de enero y el 5 de abril.
Con un déficit fiscal del Sector Público No Financiero de 229,247.9 millones de pesos, equivalente al 3.1% del PIB, el país supera el rango ideal del 1.5 al 2%. Este déficit se financia a través de deuda pública, lo que impulsa un aumento en los pagos de intereses de la deuda. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe ha estimado que el país supera ligeramente el promedio de la región en cuanto al porcentaje que representan los pagos de intereses en relación con el PIB.
Para reducir el peso del déficit y su financiamiento, se plantea la necesidad de aumentar las recaudaciones a través de más impuestos y la eliminación de exenciones. Esto busca mejorar la situación fiscal del país y garantizar la disponibilidad de fondos para áreas prioritarias como la salud y la infraestructura. La radiografía presupuestaria revela la necesidad de tomar medidas para controlar el creciente déficit y la deuda pública, buscando un equilibrio en las finanzas del Estado y garantizando la sostenibilidad económica a largo plazo.