El ex ministro de Finanzas, Daniel Toribio Marmolejos, ha criticado la propuesta de reforma fiscal del gobierno, afirmando que surge de la administración atrapada en un esquema piramidal Ponzi. Explicó que desde que el presidente Luis Abinader asumió el cargo en 2020, el gobierno ha dependido de ingresos extraordinarios al buscar pagos anticipados de empresas e instituciones financieras para cubrir los gastos.
En una entrevista reciente, Toribio comparó este enfoque con un esquema Ponzi, donde se toma prestado dinero para pagar deudas anteriores, lo que eventualmente lleva a un punto en el que no quedan recursos para cumplir con las obligaciones. Destacó que el gobierno obtuvo fondos de amnistías fiscales, pagos anticipados de grandes contribuyentes, préstamos de Barrick Gold y de bancos comerciales, y más recientemente de Aerodom. Toribio advirtió que aquellos que proporcionaron pagos anticipados, como bancos y contribuyentes, ahora esperan que el gobierno compense estas cantidades en sus impuestos actuales, revelando la presión sobre las finanzas gubernamentales. Él enfatizó que el impulso para la reforma fiscal es una consecuencia de esta práctica financiera insostenible.
Por otro lado, el ex ministro de Economía, Temístocles Montás, también ha cuestionado la propuesta de reforma fiscal del gobierno, señalando que no aborda los problemas estructurales en la administración tributaria y solo busca recaudar más dinero sin abordar el gasto público excesivo. Montás expresó que la solución a los problemas fiscales no radica únicamente en aumentar los ingresos a través de impuestos, sino también en reducir el gasto y mejorar la gestión de los recursos públicos.
Montás argumentó que el gobierno actual ha demostrado una falta de capacidad para ejecutar el gasto de manera eficiente y transparente, lo que resulta en un aumento de la deuda pública y la dependencia de préstamos y pagos anticipados para cubrir los gastos corrientes. Propuso que en lugar de centrarse únicamente en aumentar los impuestos, el gobierno debería implementar medidas para mejorar la administración tributaria, reducir el gasto público no prioritario y promover una gestión más efectiva de los recursos.
Los críticos de la propuesta de reforma fiscal también han señalado que no aborda las preocupaciones sobre la equidad social, ya que no se han propuesto medidas para gravar de manera más progresiva a los sectores de mayores ingresos y fortunas. Indican que la propuesta actual se centra en aumentar la recaudación de impuestos a través de la ampliación de la base imponible y el aumento de tasas impositivas, lo que afectaría desproporcionadamente a la clase media y baja, sin tocar a los sectores más ricos de la sociedad.
En resumen, tanto el ex ministro de Finanzas Daniel Toribio Marmolejos como el ex ministro de Economía Temístocles Montás han criticado la propuesta de reforma fiscal del gobierno, argumentando que no aborda los problemas estructurales en la administración tributaria y que es simplemente una respuesta a la práctica financiera insostenible del gobierno. Sugieren que en lugar de enfocarse únicamente en aumentar los impuestos, el gobierno debería abordar el gasto público excesivo, mejorar la gestión de los recursos y promover la equidad social a través de medidas fiscales más progresivas.