En 2008, los Celtics pusieron fin a una sequía de campeonatos de 22 años liderada por un Big 3. Dieciséis años después, lo volvieron a hacer siguiendo el juego de un dúo dinámico formado por Jaylen Brown y Jayson Tatum. Los dos jugadores fueron seleccionados terceros en la general en años consecutivos en 2016 y 2017, y desde entonces han llevado a la franquicia a la consecución de su esquivo campeonato número 18. A lo largo del camino, han tenido que soportar críticas sobre su juego individual y preguntas sobre si dos jugadores con habilidades similares podrían coexistir en el mismo equipo.
Brown y Tatum respondieron de manera contundente a esas preguntas en el Juego 5 de las Finales de la NBA contra los Dallas Mavericks, llevando a los Celtics a una victoria por 106-88 y capturando el campeonato número 18 para la franquicia. Tatum finalizó el partido con 31 puntos, 11 asistencias y ocho rebotes, mientras que Brown anotó 21 puntos, ocho rebotes y seis asistencias. Tras el partido, Tatum expresó su emoción por haber logrado el campeonato y por haber dejado su marca en la historia de la franquicia. Esta victoria representa un hito importante para ambos jugadores, que consiguieron su primer Trofeo Larry O’Brien después de 107 partidos de playoffs juntos.
El camino hacia el campeonato no fue fácil para Brown y Tatum, quienes han tenido que enfrentarse a diversos desafíos a lo largo de su carrera juntos. A pesar de haber llegado a las finales de conferencia en varias ocasiones, su derrota en las Finales de 2022 ante los Golden State Warriors fue un duro golpe. Sin embargo, continuaron creciendo como jugadores y como equipo, incluso a través de reestructuraciones en la plantilla que incluyeron adquisiciones fallidas y cambios en el núcleo del equipo. A pesar de estas dificultades, lograron mantenerse unidos y alcanzar finalmente su objetivo de ganar un campeonato.
La actuación de Brown en el Juego 3 de las Finales, donde anotó 30 puntos y ayudó a los Celtics a tomar una ventaja de 3-0 en la serie, fue fundamental para el éxito del equipo. A pesar de que Tatum fue uno de los jugadores más destacados en la victoria final, Brown fue nombrado Jugador Más Valioso de las Finales en reconocimiento a su desempeño a lo largo de toda la serie. Ambos jugadores elogiaron la actitud y el trabajo en equipo que les llevó a alcanzar la victoria, destacando la importancia de su colaboración y compromiso con el equipo.
La lesión de Kristaps Porzingis, pívot de los Mavericks, que le obligó a perderse parte de las Finales de la NBA, requerirá cirugía y varios meses de recuperación. Porzingis sufrió un desgarro del retináculo medial, lo que provocó la dislocación del tendón tibial posterior. Esta lesión representa un obstáculo en su recuperación y podría afectar su rendimiento en la próxima temporada. Porzingis se une a la lista de jugadores que han tenido que lidiar con lesiones graves durante los playoffs, lo que pone de manifiesto los riesgos físicos a los que se enfrentan los jugadores en su búsqueda del campeonato.