El número de desplazados internos en Haití ha aumentado un 60% desde marzo, alcanzando las 580.000 personas, debido a la grave crisis provocada por la violencia de bandas armadas. La Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas (OIM) ha indicado que esta cifra es consecuencia de años de creciente violencia, que alcanzó niveles récord en febrero, teniendo un impacto catastrófico en materia humanitaria.
La crisis en Haití ha obligado a un número cada vez mayor de personas a abandonar sus hogares y dejar atrás sus pertenencias. Los desplazamientos no se limitan a la capital, Puerto Príncipe, sino que también ocurren en provincias vecinas del sur, donde el número de desplazados ha aumentado significativamente en los últimos tres meses. Muchos de estos desplazados se refugian en comunidades que ya enfrentaban problemas de acceso a servicios básicos y tenían una infraestructura deficiente, lo que aumenta el temor a tensiones que podrían desembocar en mayor violencia.
La OIM ha señalado que el riesgo de violencia es especialmente alto en zonas del sur que aún no se han recuperado del terremoto ocurrido en 2010, uno de los peores desastres naturales del siglo. La distribución de medicinas, combustible y otros bienes básicos entre la capital y otras provincias se ha visto obstaculizada desde finales de febrero, lo que agrava la crisis humanitaria en el país caribeño.
La agencia migratoria de la ONU ha alertado sobre la difícil situación en Haití y la falta de acceso a servicios básicos para la población desplazada. A pesar de los esfuerzos de organizaciones humanitarias y de la comunidad internacional, la crisis en el país sigue empeorando, con un aumento constante en el número de desplazados internos y una mayor inestabilidad.
La violencia de bandas armadas en Haití ha alcanzado niveles alarmantes, con informes que indican que controlan aproximadamente el 80% del territorio en Puerto Príncipe. La OIM ha destacado que muchos desplazados han tenido que cambiar de hogar en repetidas ocasiones debido a la violencia, lo que agrava su situación de vulnerabilidad y precariedad.
La situación en Haití es cada vez más crítica, con un aumento significativo en el número de desplazados internos y una creciente violencia causada por bandas armadas. La OIM ha instado a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes para abordar la crisis humanitaria en el país y proporcionar asistencia a la población afectada por la violencia y el desplazamiento forzado.