El Gobierno de Emmanuel Macron ha lanzado una campaña anticipada para las elecciones legislativas con 24 miembros de su gabinete presentando sus candidaturas. Entre ellos se encuentran el primer ministro Gabriel Attal, el ministro del Interior Gérald Darmanin, y otros importantes funcionarios del Ejecutivo. Sin embargo, algunas figuras prominentes como el ministro de Economía y Finanzas Bruno Le Maire no competirán por un escaño en la próxima Asamblea Nacional.
Las encuestas predicen una posible victoria de la extrema derecha de la Agrupación Nacional en las elecciones, seguida por el nuevo Frente Popular que reúne a los partidos de izquierda. El bloque macronista se encuentra rezagado en las encuestas, con menos del 20% de apoyo. La segunda vuelta de las elecciones será crucial para determinar la composición de los 577 diputados que se eligen en circunscripciones uninominales.
El acuerdo de creación del Frente Popular ha distribuido las candidaturas entre las cuatro formaciones que lo componen, siendo la Francia Insumisa la que tiene la mayoría de ellas. A pesar de su disposición a asumir el cargo de primer ministro en caso de victoria de la izquierda, Jean-Luc Mélenchon no figura como candidato en las listas del Frente Popular. Por otro lado, líderes como Olivier Faure y Marine Tondelier participarán en las elecciones en representación de sus partidos.
François Hollande, expresidente de la República, ha sido investido como candidato del Partido Socialista en su antiguo feudo electoral de Corrèze. También se ha desatado la controversia en torno a un pacto suscrito entre la Agrupación Nacional de Marine Le Pen y el presidente de Los Republicanos, Éric Ciotti. Este acuerdo prevé que el RN no presente candidatos en ciertas circunscripciones, lo que ha generado división en LR y la presentación de candidatos alternativos en contra del pacto.
En medio de una campaña electoral intensa, el Gobierno y los diversos partidos políticos en Francia se preparan para las elecciones legislativas que se celebrarán el 30 de junio y el 7 de julio. Con la amenaza de una derrota histórica en las legislativas, el campo macronista busca revertir las encuestas y obtener una representación significativa en la Asamblea Nacional. La distribución de candidaturas y los acuerdos entre los diferentes partidos serán clave en la configuración del nuevo parlamento francés.