Los residentes del Ensanche Luperón tienen muchas historias de robos armados para contar, y viven con miedo de salir incluso de día por temor a ser víctimas de criminales motorizados. Braulio Germán, presidente de la Unión de Juntas de Vecinos del Ensanche Luperón, cuenta cómo le pusieron un cuchillo en el cuello frente al Hospital Moscoso Puello y tuvo que entregar todo lo que llevaba para salvar su vida. Para él, la ubicación de este sector lo convierte en presa fácil para antisociales, principalmente motorizados encapuchados, que cometen sus fechorías en el centro de los barrios con mayor índice delictivo. Durante un recorrido por este distrito, se pudo observar que no solo los residentes tienen miedo de ser robados, sino que también los negocios como bancas de lotería, colmados, tiendas, barberías y otros establecimientos comerciales se ven obligados a ofrecer sus servicios a través de barreras metálicas.
Además, el líder comunitario Sandy Rosario mencionó que los carros son frecuentemente destrozados. Incluso en las casas no se puede estar tranquilos, ya que los motorizados ingresan a punta de armas para llevarse sus pertenencias. Una nueva modalidad de robo en las casas es la "técnica del PVC", que se lleva a cabo utilizando pegamento para ratas en un tubo o palo, con lo cual pueden sacar objetos cercanos a las ventanas, e incluso las llaves con las que podrían entrar a las casas. La estación de policía en el Ensanche Luperón fue desmantelada hace tres años para construir una más moderna, de acuerdo con las demandas del sector. Sin embargo, esta nueva instalación no se ha completado y la gente no tiene un lugar adecuado para presentar sus quejas. Daniel D’Oleo, de la Unión de Vecinos del Ensanche Luperón, pidió que se termine la construcción de esta estación y que se aumenten las patrullas en la zona.
En cuanto a la contaminación acústica, el sector del Ensanche Luperón ha crecido en términos comerciales, especialmente con importadores chinos, peluquerías, salones de belleza, colmados y bares, lo que ha generado un ruido incontrolable. Por esta razón, las comunidades exigen que el Departamento Antirruido, que cuenta con agentes especializados en este tema, tome medidas y aplique la Ley 90-19 sobre prevención, supresión y limitación de ruidos nocivos y molestos que producen contaminación acústica. Es importante destacar que este departamento de la Policía Nacional es el encargado de prevenir y controlar los niveles de ruido en espacios públicos y privados, trabajando en coordinación con la Dirección de Control de Bebidas Alcohólicas (COBA) y la Procuraduría Especializada de Medio Ambiente.