El presidente Luis Abinader se comprometió a llevar a cabo reformas pendientes durante su segundo mandato, incluyendo la fiscal, que considera debe realizarse con el consenso de los sectores sociales. Abinader expresó su deseo de reunirse con otros líderes políticos para avanzar en la agenda, priorizando una reforma fiscal que incluya una reforma tributaria y del gasto público. Su objetivo es disminuir la pobreza y recaudar fondos para ayudar a los más necesitados, evitando que la reforma impacte negativamente en las clases más vulnerables del país.
Economistas y el sector financiero han propuesto consideraciones para el debate sobre la reforma fiscal, incluyendo la reducción de tasas, impuestos sectorizados y la integración del sector privado en el financiamiento de infraestructuras y obras públicas. La presidenta de la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana, Rosanna Ruiz, destacó la importancia de reordenar el gasto público y promover alianzas público-privadas para financiar obras productivas. Propuso facilitar la fiscalidad para las micro, pequeñas y medianas empresas, considerando este paso crucial para su formalización.
El economista Antonio Ciriaco coincidió en la urgencia de abordar una reforma fiscal de largo alcance, proponiendo la establecimiento de un impuesto mínimo global para grandes contribuyentes, la reducción del impuesto al valor agregado (Itbis) y la eliminación de exenciones a sectores que no las requieran. También sugirió modificar el Régimen Simplificado de Tributación a un "Régimen de Monotributo" que reduciría la informalidad tributaria y crearía confianza en los pequeños contribuyentes. Estas medidas buscan reducir la evasión fiscal y mejorar la recaudación de impuestos.
Miguel Collado Di Franco, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles, señaló la importancia de disminuir el gasto público y eficientizar el recaudo para evitar el endeudamiento continuo del país. Propuso simplificar el sistema tributario eliminando impuestos distorsionadores y reduciendo tasas, enfocándose en el impuesto sobre la renta y el impuesto al valor agregado. Collado destacó que las exenciones del impuesto al valor agregado favorecen la evasión fiscal y benefician a los ciudadanos de mayores ingresos.
En conclusión, la reforma fiscal en la República Dominicana es un tema crucial que exige la colaboración y el consenso de diversos sectores para lograr un sistema tributario más equitativo y eficiente, que contribuya a la disminución de la pobreza y al fortalecimiento de la economía del país. Tanto el gobierno como expertos y representantes del sector financiero han expresado propuestas y preocupaciones en torno a esta reforma, destacando la necesidad de reordenar el gasto público, promover alianzas público-privadas y simplificar el sistema tributario para favorecer a la formalización de las empresas y mejorar la recaudación de impuestos.