Una vez pasado el proceso electoral en la República Dominicana, el Gobierno se enfrenta a la tarea de adoptar propuestas para abordar la necesidad de aplicar una reforma fiscal pendiente. El país se encuentra con un presupuesto deficitario y necesita incrementar sus ingresos para hacer frente a sus obligaciones financieras. Durante la reciente campaña electoral, la reforma fiscal integral fue un tema de debate importante. A pesar de las afirmaciones previas del presidente Luis Abinader sobre relanzar el país en lugar de enfocarse en áreas específicas, la necesidad de la reforma fiscal se mantiene como una tarea pendiente, en línea con la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo 2030.
La implementación de esta reforma se plantea debido al déficit fiscal del Sector Público No Financiero en el presupuesto nacional del 2024, el cual asciende a 229,247.9 millones de pesos, superando el rango ideal del 1.5 al 2 % del producto interno bruto (PIB). A pesar de que hubo propuestas de reforma fiscal en el 2021, la crisis económica derivada de la pandemia del COVID-19 provocó su postergación. Sin embargo, la economía dominicana muestra signos de recuperación, con proyecciones positivas para este año, incluyendo un crecimiento estimado del 5%.
Entre las propuestas de reforma fiscal que circularon en el 2021 se encontraban modificaciones al impuesto de marbete, la introducción de un impuesto para bebidas azucaradas, y aumentos en el impuesto sobre la renta (ISR) para los tramos de ingresos más altos. También se incluían cambios en el impuesto a la transferencia de bienes y servicios industrializados (Itbis) y en el ISR a personas jurídicas, así como en otros aspectos del sistema tributario. Estas propuestas buscaban simplificar el sistema eliminando impuestos distorsionadores y reduciendo tasas.
La reforma fiscal es considerada imperativa para abordar la alta evasión fiscal en la República Dominicana, que afecta la recaudación de ingresos necesarios para financiar servicios públicos esenciales y proyectos de desarrollo. El país presenta una de las tasas más elevadas de evasión del impuesto al valor agregado (IVA) en América Latina y el Caribe, lo que representa una pérdida considerable de ingresos para el Estado. La implementación de la facturación electrónica se ha propuesto como una medida para mejorar el recaudo fiscal y combatir la evasión.
Las reformas fiscales pueden implicar un aumento en los ingresos del Estado a través de diversas medidas, como el incremento de tasas impositivas, la ampliación de la base imponible, la eliminación de incentivos fiscales o exenciones, y la inclusión de nuevos bienes y servicios gravables. En el contexto de la economía dominicana, se busca fortalecer el sistema tributario para garantizar una recaudación eficiente y equitativa, que permita sostener el desarrollo económico y social del país.