El rey Carlos III autorizó al duque de Sussex a alojarse en una residencia oficial de la familia real durante su visita al Reino Unido, pero Enrique optó por hospedarse en un hotel. El duque no dispone de ninguna residencia oficial desde que renunció a sus funciones como miembro activo de la monarquía en 2020 para vivir en Estados Unidos. Durante su estancia en Londres, Enrique participó en el décimo aniversario de los Juegos Invictus, una competición deportiva para veteranos de guerra lesionados en conflicto, y no se le permitió ver a su padre, el rey, quien actualmente recibe tratamiento por un cáncer no divulgado.
La falta de encuentro entre Enrique y el rey ha dado lugar a especulaciones y conjeturas. Amigos del rey sugieren que si Enrique hubiera aceptado alojarse en una residencia real, habría sido más fácil organizar una reunión con Carlos III, quien ha retomado su agenda oficial a pesar de su enfermedad. El príncipe había enviado una solicitud para ver al rey con anticipación, mientras que amigos del monarca sostienen que Enrique no solicitó ver a su padre ni lo invitó al servicio por el décimo aniversario de los Juegos Invictus en la Catedral de San Pablo en Londres.
Durante la semana, el rey asistió a eventos como una fiesta en los Jardines del Palacio de Buckingham, una audiencia con el primer ministro y un compromiso militar en Wilthshire. A pesar de que Carlos III ha expresado su cautela sobre reunirse con Enrique debido al circo mediático que rodea estas visitas, anteriormente vio a su hijo cuando se encontraba en un momento vulnerable de su enfermedad. Amigos del monarca se muestran escépticos ante la posibilidad de que esta vez se haya negado a ver a Enrique, ya que las versiones difieren en cuanto a si el duque solicitó la reunión con anticipación o no y si fue invitado al servicio por el aniversario de los Juegos Invictus.
Enrique no se encontró con su padre ni con su hermano mayor, Guillermo, ni con su cuñada, Catalina, quienes también reciben tratamiento médico. La visita del duque a Londres ha generado diversas especulaciones sobre la relación entre los miembros de la familia real y las razones detrás de la falta de encuentro con el rey. A pesar de las diferentes versiones de los hechos, permanecen dudas sobre si Enrique solicitó o no reunirse con Carlos III y si habría aceptado la invitación para asistir al servicio en la Catedral de San Pablo.
La situación entre Enrique y su familia real parece ser delicada, con el rey retomando sus compromisos oficiales a pesar de su enfermedad y la falta de una reunión formal con su hijo durante su visita al Reino Unido. La prensa y los amigos de la familia han expresado sus opiniones y teorías sobre la situación, pero la realidad detrás de los hechos sigue siendo incierta y sujeta a interpretación. En medio de esta controversia, la relación entre Enrique y la familia real británica continúa generando titulares y especulaciones sobre el trasfondo de esta visita y la dinámica entre los miembros de la realeza.