En Santo Domingo, se han emitido alertas para 26 provincias debido al aumento de las lluvias en gran parte del país. 14 de estas provincias se encuentran en alerta amarilla, incluyendo Puerto Plata, Santiago de los Caballeros, La Vega, Duarte, Monte Plata, y Monseñor Nouel. Otras provincias en alerta amarilla son Juan Sánchez Ramírez, María Trinidad Sánchez, Samaná, Hato Mayor, El Seibo, La Altagracia, Santo Domingo, el Distrito Nacional, y la Isla Saona.
La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) pronostica un aumento en el nivel de lluvia en un período de 24 horas sobre estas provincias. Los aguaceros más intensos se han registrado en las provincias de la costa norte, como Puerto Plata, Espaillat, María Trinidad Sánchez, Duarte, y Samaná, así como en Hato Mayor, El Seibo, y La Altagracia en el este. La Onamet ha emitido una alerta verde para otras doce provincias donde no se ha registrado una cantidad significativa de lluvia.
Ante la posibilidad de inundaciones por crecidas de ríos, arroyos y cañadas, Meteorología ha exhortado a los residentes de las zonas cercanas a estos afluentes a tomar medidas de precaución. Se recomienda a la población mantenerse informada sobre las condiciones climáticas y seguir las recomendaciones de las autoridades para evitar situaciones de riesgo. Es importante estar preparados y actuar con prontitud en caso de emergencia.
El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) ha emitido alertas y recomendaciones para la población, con el objetivo de prevenir desastres y proteger la vida de las personas. Se insta a la población a estar pendiente de las actualizaciones del COE y seguir las indicaciones de las autoridades en caso de evacuación. La coordinación entre instituciones y la colaboración ciudadana son clave para hacer frente a situaciones de emergencia.
Las autoridades han puesto en marcha un plan de contingencia para hacer frente a las posibles consecuencias de las lluvias intensas y prevenir daños mayores. Se recomienda a la población mantenerse informada a través de los medios de comunicación y seguir las recomendaciones de las autoridades para garantizar su seguridad. La solidaridad y la responsabilidad de cada ciudadano son fundamentales para protegerse a sí mismos y a sus comunidades en momentos de crisis.
Es importante recordar que la prevención es fundamental para reducir los riesgos y minimizar los daños en caso de desastres naturales. La conciencia y la preparación son clave para hacer frente a situaciones de emergencia y proteger la vida y los bienes de las personas. La colaboración y el apoyo mutuo son fundamentales para superar adversidades y trabajar juntos en la reconstrucción y recuperación de las zonas afectadas.