En la región de Daguestán, Rusia, ocurrieron ataques en dos iglesias ortodoxas, una sinagoga y un puesto de tránsito, dejando al menos diez personas muertas y 25 heridas. El muftiato de Daguestán reportó que siete de los fallecidos eran policías, mientras que los otros dos eran el sacerdote de una iglesia y un guarda de otra. Además, el jefe de la policía de Dagestanskie Ogni también perdió la vida al tratar de apoyar a sus colegas en Derbent.
Según las autoridades locales, los ataques tenían como objetivo desestabilizar la situación en la república, mayoritariamente musulmana. El líder de Daguestán llamó a la población a mantener la calma y no dejarse llevar por el pánico, declarando que los responsables buscaban generar miedo e inestabilidad. La televisión rusa difundió imágenes de la sinagoga de Derbent en llamas, provocando una fuerte conmoción en la región.
La cifra de heridos se elevó a 25 personas, según los agentes del orden. La dirección de investigaciones del Comité de Instrucción en Daguestán inició causas penales por atentado terrorista en relación a los ataques en Derbent y Majachkalá. Las autoridades locales han expresado su repudio hacia estos actos violentos que buscan sembrar el terror en la región, mientras se intensifican las medidas de seguridad para prevenir futuros ataques.
Los ciudadanos de Daguestán han mostrado su unidad y solidaridad ante estos sucesos, rechazando el intento de generar miedo y caos en la región. La comunidad internacional ha condenado enérgicamente los ataques y ha ofrecido su apoyo a las autoridades rusas para esclarecer lo sucedido y llevar a los responsables ante la justicia. Los líderes religiosos de diferentes credos también han instado a la paz y la tolerancia en un momento de gran tensión en Daguestán.
El gobierno ruso ha prometido una investigación exhaustiva para esclarecer los motivos detrás de estos ataques y garantizar la seguridad de la población. Se han reforzado las medidas de seguridad en iglesias, sinagogas y otros lugares de culto en Daguestán, así como en las zonas de tránsito para prevenir futuras acciones terroristas. La población sigue en estado de alerta y las autoridades han hecho un llamado a la colaboración ciudadana para identificar posibles amenazas.
En medio de la consternación por los ataques, la comunidad de Daguestán se une en el dolor y la solidaridad, manifestando su rechazo a la violencia y su voluntad de seguir adelante con valentía y fortaleza. Se espera que la investigación arroje luz sobre los responsables y las motivaciones detrás de estos actos, mientras se refuerza la unidad y la cooperación entre todos los habitantes de la región para superar juntos este difícil momento.